En 2007 más películas israelíes obtuvieron premios en el exterior que
en cualquier año anterior. Joseph Cedar ganó el premio al mejor
director y 11 premios más en el Festival de Cine de Berlín por su filme
“Beaufort” acerca de la primera guerra del Líbano. Éste fue también
nominado por la Academia de Artes Cinematográficas de Los Ángeles para
un Oscar en la categoría de películas extranjeras.
El director Dror Shaul fue galardonado con el premio más prestigioso
del Festival norteamericano de Cine Sundance por “Adamá Meshuga’at”, una
película sobe la vida en el kibutz.. David Volach ganó el primer premio
para largometrajes extranjeros en el Festival Tribeca de Nueva York con
"My Father, My Lord", que muestra a una familia ultra-orthodoxa en sus
vacaciones de verano, y “Meduzot”, dirigida por el novelista Etgar
Keret y Shira Geffen, recibió el premio Caméra d'Or en Cannes.
Otro éxito imprevisto lo obtuvo “La visita de la banda de música”,
de Eran Kolirin, el relato (imaginario) de la llegada a Israel de la
charanga de la policía egipcia, que se pierde en camino y descubre
aspectos insólitos del país. El filme obtuvo tres galardones en el
Festival de Cannes: El Premio de los Críticos, el Premio juvenil y el
Premio Coup de Cœur – Un Certain Regard. La actriz israelí Hanna Laslo
obtuvo el premio a la mejor actuación por su papel en la película del
director israelí Amos Gitai “Zona Libre” en el 58 Festival de Cannes en
2005. Otros filmes y cineastas israelíes han ganado premios
internacionales en los últimos años.
Las exportaciones cinematográficas crecen anualmente, a medida que
más películas israelíes tienen éxito en el exterior y más producciones
extranjeras y coproducciones se filman en el país. El Centro Israelí de
Cine, una división del Ministerio de Industria y Comercio, promueve las
filmaciones en Israel tanto de productores locales como extranjeros, y
proporciona servicios, desde contactos profesionales hasta incentivos
financieros.
Eventos tales como el Festival de Cine Israelí, en la Cinemateca de
Jerusalén, y los de sus homólogas en Haifa y Sderot, combinados con
festivales de cine israelí en el extranjero, están haciendo descubrir la
cinematografía israelí a círculos cada vez más amplios de aficionados a este arte.
Poster del filme “Beaufort”, candidato al premio de la Academia a la mejor película de lengua extranjera (Cortesía de los productores de “Beaufort”)